29.11.11

El desborde

Nunca fuiste brisa o viento suave.

A mí me alcanzaste,

más bien como un tifón

o como un rayo,

una fuerza de los mares tropicales

y con esas sutilezas de la urgencia,

no hubo chance

de preparar la estratagema.


O fueron las palabras un enjambre,

eso que dijimos

lo fue todo,
en esa rara alegría de la fiebre,

beso y saliva hasta la sangre

tuya y mía

empeñada en ver el sol.


A lo mejor, en el desborde de esos años,

chocamos, nos perdimos, renunciamos,

andaba por ahí

con la cabeza en otra parte,

con mis brújulas inútiles,

desencontrado entre los mapas y tu cuerpo.


Pero ahora que te tengo, es para siempre,

como Alicia en la otra orilla del espejo,

existe un tiempo aparte, desparejo

donde a veces nos miramos entre sueños,

y mi sosiego se junta con tus ansias,

y mis ansias se juntan con tus besos.


Nunca fuiste brisa o viento suave,

pero me llevaste lejos de la tierra.

Sos mi parte favorita en esta historia,

el lugar en donde empieza mi camino

y el lugar en donde el viaje se termina.









A Söel

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