Cuando Dios me besa, únicamente
con un garfio de babas voy por sus encías,
recorro un mundo romo, húmedo y torcido.
Pego los ojos a la luz que es tan brillante
como una bomba cargada de medusas,
en el más profundo de los mares profundos
donde no está dado despertar.
En la espesura blanca de la noche
Alguien llega, alguien cuyos ojos hieren.
Y toca el xilofón del tiempo y suena
un poco triste, un poco delicado,
entre mis dedos.
Ese primer poema fue muy cursi.
Pero por dentro,
tus perros me comían las entrañas.
Me refiero a vos,
enamorada de la noche,
criatura Soel de ojos amarillos.
¿Poeta?
A juguetes-quebraduras.
A mariposas rotas.
A cosas escondidas bajo el fuego
Me dedico.
Poema
Los nudillos colosales se levantan
Y un anciano espera, en el futuro.
Hambre.
En todos los países de mi carne.
Muerto de cansancio y miedo,
grito pestes a estos nuevos Dioses fetos.
Luego me descoso y ofrendo caramelos.
Y las ratas se sonríen y comentan.
Soy el hombre muerto que en relámpagos se anima.
Ese, el muerto víbora entre tambores y diademas,
Que recobra la memoria y se reclama para si
Tras un largo siglo de silencio y agonía.
27-12-11
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