27.12.11

Malleus

Cuando Dios me besa, únicamente

con un garfio de babas voy por sus encías,

recorro un mundo romo, húmedo y torcido.


Pego los ojos a la luz que es tan brillante

como una bomba cargada de medusas,

en el más profundo de los mares profundos

donde no está dado despertar.


En la espesura blanca de la noche

Alguien llega, alguien cuyos ojos hieren.

Y toca el xilofón del tiempo y suena

un poco triste, un poco delicado,

entre mis dedos.


Ese primer poema fue muy cursi.

Pero por dentro,

tus perros me comían las entrañas.

Me refiero a vos,

enamorada de la noche,

criatura Soel de ojos amarillos.


¿Poeta?

A juguetes-quebraduras.

A mariposas rotas.

A cosas escondidas bajo el fuego

Me dedico.


Poema

Los nudillos colosales se levantan

Y un anciano espera, en el futuro.


Hambre.

En todos los países de mi carne.


Muerto de cansancio y miedo,

grito pestes a estos nuevos Dioses fetos.

Luego me descoso y ofrendo caramelos.

Y las ratas se sonríen y comentan.


Soy el hombre muerto que en relámpagos se anima.

Ese, el muerto víbora entre tambores y diademas,

Que recobra la memoria y se reclama para si

Tras un largo siglo de silencio y agonía.



27-12-11

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