2.11.09

Si alguna vez un pájaro se hace ventana

El cordón umbilical de la vereda tiembla por las noches,
desde arriba,
la ruina frágil abandona su nombre.

La suave máquina de mirar se parte en miles
de pardo escurridizo crujiente de fuego.

Ahora es oro de sombra
huella falsa pequeña perdida
en la huella negra de los días.

Si nadie lo molesta se quedará a vivir ahí
entre el sonido y los colores
donde todo el calor del aire lo levante.

Nada es cosa que duerme,
su vuelo derramado llueve
con demasiado amor.

Si alguna vez un pájaro se hace ventana
o es cosa que muere en tu camino,
entenderías.

Nada abrigará tus ojos así,
en la frialdad celeste.

El cielo entero cáscara rota
o una cuna vacía
y sin embargoAlineación al centroalgo sin culpa se habrá soñado a si mismo.






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