9.6.09

Notas 2

Martes 9 de Junio.

Esta mañana mientras viajo hacia el trabajo entre otros rumiantes hermanos, termino de encajar la pieza mental del gran mecano y decido empezar a transcribir este diario directamente a mi blog, o al foro de poesía urbana donde mis últimas participaciones han sido más bien lánguidas y descolgadas.
Un poco por la costumbre de compartir escritos, otro poco por el tacaño cuentagotas con que los desgrano ( y no porque me haga el snob sino porque sencillamente estoy oxidado y me enpantano por meses enteros ) me pareció una buena manera de matar dos pájaros de un gomerazo.
Creo que todos los ensayos y experimentos que uno pueda hacer en este terreno - Incluso los más patéticos y fallidos - son necesarios para alcanzar las ricas uvitas que la fucking zorra de la fábula no pudo.
( ¿por que carajo querría comer uvas una zorra? Es otra de las cosas que jamás sabremos )

Me voy por las ramas, siempre me pasa. Creo que mi mayor problema no como escritor, sino como persona, esas sutiles aglomeraciones de accidentes y caprichos que lo conforman a uno, ha sido siempre la poca constancia, y en algunos casos, directamente la nada en donde apoyo la cabeza y me quedo a vivir. Me cuesta definir el estado concreto, pero sería algo así como si un vidente observara que ...nah..... ni vale la pena contarlo.

Receta para arengar a las multitudes:
Un pie en la realidad, otro pie en la cáscara de banana cósmica, otro pie en la regordeta cara del conformismo capitalista. Esa fórmula aplicarla en todo.
Persistir en la idea hasta que llueva carne picada y se termine el hambre en el mundo y las moscas se vuelvan nubes zumbonas insoportables.

Quise decir una gran verdad pero dije una destellante...****Mentira***** . Un verdadero cartelito de Brodway.
Así quisiera ser siempre mi narrador ardilla pero pocas veces lo consigue. Las avellanas son una distracción para cualquier artista, y más si se trata de un roedor engreído.

Cuando quiero ser espontáneo me pongo racional y viceversa. Las mejores ocasiones fueron las menos artificiosas, me refiero a cuando conduje a miles de personas hacia el mar y luego les ordené nadar en dirección Sur - Sur Este hasta ahogarse. Fue casualidad. Estar en el lugar correcto en el momento correcto. Me sobró un infante de seis años ( A brand new huérfano ) que me persiguió con sus lágrimas por toda la desolada playa para que le diera explicaciones.
Que horrible fue golpearlo. Dios mío.

Odio que me den ganchos en el hígado. Es algo que detesto. Cuando alguien me lo hace, generalmente me doblo en dos y me quedo practicamente sin aire. Mis piernas se ablandan como si el titiritero atendiera una llamada urgente. Y lo peor de todo es esa sensación de ser agredido. De no importarle al otro en lo más mínimo.


Idea patentada 353515/6.

En algún momento, cuando me sienta con las feuras (sic)..necesarias, planeo apropiarme de otros poemas ( poemas de otros, compañeritos de salón de P.U ) y hacer collages y cagaditas y frankensteines de lo lindo.
Ojo, esto es una idea nada más,y como tal es perfectible y al mismo tiempo inexistente como cosa empírica.
Pero mía, mía, nebulares astro-gnomos!!!!



La metatextualidad es un recurso, pobrecita.

El asesino entró en la habitación y levantó la escopeta.
Lo oí acercarse y amartillar el arma a mis espaldas.
No me dí vuelta.
Que estás haciendo? Escribí.
Voy a matarte. Dijo.
Eso es absurdo. No podés matarme.
Por que no?
Tus movientos estan cifrados en mis dedos y en estas viejas teclas. Yo soy el narrador y determino la acción. Por eso.
Me divierte que lo digas.
Te divierte porque yo considero que así se le imprime más dramatismo a mi historia.
El asesino disparó y mi cabeza se convirtió en pulpa de tomate.
Luego, con desprecio, empujó mi cuerpo destrozado y se sentó frente a la máquina de escribir.
Este es el papel más imbécil que me han dado en toda mi vida. Escribió.


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