7.3.06

Run for ever


La imposibilidad de un hombre roto:
atravesar la membrana de los sueños.

Los secos paisajes que quedaron atrás
emergiendo.

Los puentes ardiendo en la retina
apenas un punto de humo que se esfuma.

Y entonces aprender a ver los pliegues
como el rey de todos los ciegos de todos los tiempos.

Todas las cosas inmóviles tiritan
en el mapa de la yema de los dedos.

Todas las cosas son costra y sutura.
Debo aprender de memoria la historia de mi cuerpo.

Ahogarme para ver el cielo
con el pánico abierto de la última vez.

Pájaros lentos cruzarán el sol
en un solo gritar de plumas de arena.

4 comentarios:

Jimena Arnolfi dijo...

"De Satán o de Dios ¿qué importa?"

Teno, buenos días, le cuento que me siento muy a gusto en este espacio y seguiré leyendo quizás por esa extraña cercanía que me regalan sus letras.

Un gusto.

Prometeo della Sierra dijo...

Es excelente, Teno, posta, posta.

Anónimo dijo...

como de costumbre, debo decir que tus escritos me seducen y lo seguiran haciendo siempre. sos un pasaje abierto hacia otros mundos.
te veo,

Ariel S.Tenorio dijo...

Que me digas algo tan lindo me mantiene con los ojos fijos en las dos dimensiones que màs me importan, el presente donde estàs, y la realidad donde te sueño.

Un beso Ambarina.