5.11.05

David




Repetidos versos se alojan en la sombra
de palabras rotas.
Te lloré más tarde, claro
me pesó la amistad
cuando pude comprenderla.

Lo no pronunciado
dibujó después en la memoria
un juego de azar inexplicable.

Una losa o piedra o arco iris
algo que venía a buscarte
del otro lado de la noche
y te sentaste a esperar.
Dejaste allí tu cuerpo
para evitar que soñadores
se nutrieran de esperanza.

Tal vez tus huesos
y todo alrededor esté en silencio,
sumergido lejos y en libertad.

Se quién fuiste
yo quisiera que tu nombre
viaje ahora en mi poema.

Para Piti

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanta el nuevo formato de tu blog, quedo mucho mejor. felicitaciones por tu nuevo dominio del java.
te veo.