
Hoy me perdí al galope
Por campos incendiados y vacíos
Campos negros como sueños
Apretados en el puño de la noche
Hoy me perdí en el alarido
En el inválido tiempo
Mi piel cicatrizada y mi conciencia
Eran mancha furiosa a mis espaldas
Me perdí por esos valles de ceniza
Y entregue mi saliva y mi violencia
Al espolón de la rabia, se acercaba
La famélica jauría de la nada
Un viento seco me gemía obscenidades
Me hociqueaba el aliento
Me violaba
Yo flotaba por delante de la nausea
Venía en torbellinos la hojarasca
Y se hería de polvo y de pezuña
Dejaba atrás
Lo que hubiera sido
Un tendal de muertos en la huella
Nombrándome
Con las uñas clavadas en la tierra.
2 comentarios:
La locura del fin de los tiempos.
Fantástico. Te seguiré leyendo
Fue un gusto encontrarte, buena poesía.
Saludos
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