
Ya no soy más
Ya no soy
Necrofeto sonriente de pena
O el fantasma de las hojas rotas
Ellos lloraban demasiado,
Lloraban y lloraban
De noche eran manos diminutas
Trepando por mis sábanas
para arañar mi cara,
Y hablarme del miedo
Con sus vocecitas de cerámica quebrada.
Pero ya no soy ellos
Ya no soy,
No más.
Los he hundido en un pozo bien oscuro
Atados con un alambre viejo
Y enredados en cabello y piel
Con las bocas cosidas
Y sin ojos.
Mi Doll me dijo que estaba bien así,
Mi Doll de huesos amarillos.
Mi Doll me dijo un día:
Las nubes son negras y giran locas
En el cielo de mi sueño,
Las nubes están vivas y están locas
Revolcándose en el cielo de mi sueño
Y el infierno está lleno de muertos
Que no saben donde ir.
Mi Doll me dijo
Que ya no soy más,
El fantasma de las hojas rotas
Que se ahogó en el fondo del pozo.
Ya no más
Pequeño necrofeto sonriente de llanto
Escondido en las paredes podridas,
Ya no.
Nido de ciempiés,
Debajo de una piedra.
O profundo en el oído.
Pero ya no.
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